Tesla Model 3 en la cima de las ventas
Todos parecían sorprendidos al saber que un sedán eléctrico, caro, hermoso y, además, estadounidense había encabezado las ventas en Europa en septiembre con casi 24,600 autos superando al Renault Clio y Dacia Sandero que de repente parecían pertenecer a otra era. El Tesla Model 3 no es barato (más de 40.000 euros), no es un SUV y por el contrario exalta la deportividad y elegancia de los sedanes tradicionales, su estilo no recurre a ningún efecto barroco y enrevesado. En la luz verde, el Tesla arranca tan rápido como discretamente sin ensordecer al transeúnte con un rugido provocativo y obsoleto.
Líneas simples, lógicas y fluidas
En definitiva, el Tesla Model 3 no marca ninguna casilla de las especificaciones que sigue imponiendo a la mayoría de fabricantes en una patética superioridad. Para los diseñadores, Tesla debería ser un caso de libro de texto y un desafío. Mientras que todos los diseñadores compiten con los efectos de manga, los estilistas inventan luces de cuerda cada vez más kitsch, cortan sus cuerpos con pliegues y desestructuran volúmenes, el Tesla Model 3 muestra líneas simples, lógicas y fluidas. No necesita una rejilla para que no le peguemos una falsa. Sus superficies son lisas como un guijarro. Los lados están bellamente tallados, lo suficiente para capturar los matices y las luces. Ni una bufanda, ni un descanso, ni un pliegue intempestivo, ni una escarificación como en estos logros de estos diseñadores que duplican y repiten olvidando las sutilezas. El perfil del Tesla es delgado, bajo, girando naturalmente. Alrededor de los focos, no hay pedrería ni bolas facetadas como se ha convertido en la regla entre los competidores.
Tesla puede ser criticada por no renovarse de un modelo a otro. Así es, el Model 3 toma el vocabulario atemporal del Model S que se dio a conocer en marzo de 2009 después de la experiencia del Roadster marginal, lanzado entre 2008 y 2012 en 2.500 unidades.
La firma de Palo Alto llegó entonces con un coche cien por cien eléctrico en el segmento de los grandes coches de carretera “premium”. Mercedes-Benz (Clase E y Clase S), Audi (e-tron GT) y Porsche (Taycan) ahora están tratando de ponerse al día.
Para dar forma a su primera creación real, Elon Musk había recurrido a un diseñador con gusto clásico. En febrero de 2005, contrató a Franz von Holzhausen, que entonces tenía treinta y siete años y se había formado en el Art Center College of Design de Pasadena. Había trabajado en el estudio californiano de Volkswagen (1992-2000), luego en GM, todavía en California, (de 2000 a 2005) para el que firmó el hermoso proyecto Solstice para Pontiac. Finalmente, de febrero de 2005 a agosto de 2008, Franz von Holzhausen trabajó para Mazda sin salir de las costas del Pacífico.
El Model 3 llegó en la primavera de 2016 con su estilo sabio y consensuado cuyo mensaje hablaba solo de estética y belleza. Qué revolución en un mundo de agresividad y preciosidad. Para la caridad, no mencionaremos la multitud de fabricantes que han olvidado esto tan simple. No querríamos enojarnos con Toyota, BMW, DS, Hyundai, Peugeot y muchos otros.